Mis tesoros más preciados

miércoles, 31 de agosto de 2011

Curso: Sociopolítica
Catedrático: Lic. Marcos Ajín
Maritza Ruiz S.
10003615
Guatemala, 03 de agosto de 2011
(Tarea individual)
RESUMEN Y ANALISIS DEL LIBRO:
POLITICA SOCIAL – ELEMENTOS PARA SU DISCUSION
AUTOR: GALO VITERI DIAZ

El autor define la política social como el “conjunto de directrices, orientaciones, criterios y lineamientos conducentes a la preservación y elevación del bienestar social, procurando que los beneficios del desarrollo alcancen a todas las capas de la sociedad con la mayor equidad”.  Esto se puede entender como todas las acciones que se pueden realizar de manera pública por el Estado para brindar, mantener y elevar el bien común de su población, procurando que este bienestar y beneficio alcance a todos los grupos sin discriminación alguna dentro de su territorio. Asimismo, destaca que la política social tiene tres funciones básicas: inversión en capital humano, redes de protección social y cohesión social. 

Dentro del ámbito de inversión en capital humano, el cual es un prerrequisito del crecimiento económico, existen los criterios de fortalecimiento del capital humano y social que busca la mayor integración de la población pobre a las actividades económicas, sociales y políticas del país para aumentar sus ingresos y salir así de la pobreza.  El siguiente criterio es la construcción de capital humano en la que se invierte en la formación de habilidades y capacidades de los ciudadanos. Al brindar y generar capacidades en los individuos se les otorga mayor oportunidad para alcanzar sus objetivos personales, lo que a su vez conlleva el desarrollo personal y el aumento de la riqueza, ya que se les brinda oportunidades de ser más productivos y mejorar su calidad de vida.

Respecto a la función de redes de protección social, el autor comenta que los países tienen programas, normas, reglamentaciones frente a casi todos los riesgos, sin embargo, estos no tienen una cobertura universal y están plagados de inequidades.  Esto se debe a que no es suficiente con que se creen estos programas, sino que debe de buscarse que sean equitativos, eficientes, eficaces y que además exista una evaluación y control para determinar la efectividad de los mismos y si es necesario reajustarlos a la realidad.  Asimismo es necesario que la asignación de recursos se encuentre definida y no sea incierta, para generar una mayor previsibilidad y así los beneficiarios sepan qué pueden esperar de los programas. Dentro de esta función existen ciertos mecanismos que son importantes para que la protección social sea un proceso para salir de la pobreza, estos son las transferencias condicionadas de ingresos, orientación a la demanda, acceso a la oferta y la priorización de la atención.  Dentro de esta función en el libro se destacan dos casos que han sido exitosos en América, el caso de Brasil y el de Chile.  En el caso brasileño, los programas de protección social poseen elementos importantes tales como, descentralización, criterios técnicos en la distribución de los recursos y selección de los destinatarios, focalización de programas, participación de la sociedad civil, contrapartidas, presupuestos estables y monitoreo y evaluación.  En el caso chileno los principios rectores de los programas sociales son igualación de capacidades básicas, enfoque de derechos, integralidad de las acciones, equidad y manejo de la vulnerabilidad, familia como núcleo de desarrollo humano, desarrollo local y participación ciudadana.  De estos casos, si se comparan con Guatemala, se puede notar que la participación de la sociedad civil guatemalteca es escasa, si no nula, pues la mayoría de programas se manejan dentro de las instituciones gubernamentales.  Han existido casos en que la ejecución de los programas se designa a ONG´s, pero muchas veces sucede que estas ONG´s tienen relación directa (familiar, amistad) con el funcionario público que designó la elaboración y ejecución del proyecto, lo que hace que el mismo no sea tan transparente y/o eficiente como debería de ser. Otro aspecto que en Guatemala deja mucho que desear y que se ha aplicado exitosamente en Brasil  es el tema de presupuestos estables.  En Guatemala la mayoría de los recursos, sobre todo en este gobierno, se toman de otras dependencias y/o programas, los cuales muchas veces tienen mayor importancia o pueden generar mayor impacto que los programas a los cuales se les está asignando recursos.  Esta situación es lo que llevó al actual gobierno a la crisis presupuestaria reciente, pues gran parte de los recursos asignados a los ministerios se tomaron para los programas de cohesión social manejados por la ex Primera Dama (hay que tomar en cuenta que esto se hizo con fin proselitista, político, más que con un fin de desarrollo poblacional). Esto provocó que tal como se menciona en el libro se recurrieran a ajustes presupuestarios para cubrir los déficits ministeriales e incluso a préstamos internacionales que posteriormente los ciudadanos deberán pagar más caro a través de sus impuestos. Adicionalmente, se puede destacar que si bien en Brasil y Chile parte del éxito de sus programas es el monitoreo y evaluación de los mismos, pues les permite mayor transparencia y una retroalimentación que sirve determinar la efectividad de los proyectos, en Guatemala este componente existe más que todo “teóricamente”.  En nuestro país, cuando un proyecto/programa se lleva a cabo al final siempre se estipula una evaluación y monitoreo del mismo, sin embargo, este generalmente no es totalmente confiable pues muchas veces es manipulado por las autoridades que estaban a cargo.  Esto no permite determinar si el proyecto puesto en marcha realmente benefició a las personas a las cuales iba dirigido tal como se esperaba. Además, sobre todo en este gobierno, no existe una evaluación de programas/proyectos en ejecución y ejecutados por organizaciones externas y/o internacionales (al menos que sean de donación), lo que disminuye la transparencia en la ejecución de los mismos, pues la mayoría de veces estos programas están basados en intereses políticos e incluso populistas que les permitirán obtener el apoyo de la población en las próximas elecciones.

En la última función, de cohesión social se define que abarca el tratamiento de los problemas relacionados con la pobreza, la desigualdad y la exclusión social. Para ello es importante que exista acceso a la educación y sanidad, infraestructuras básicas, empleo decente y participación en la vida política y social del país.  En Guatemala, el programa de cohesión social implementado por la ex Primera Dama, considero que no necesariamente beneficiaba a la población que más lo necesitaba, sino que se dirigía a personas que podían beneficiarle a ella en las próximas contiendas electorales, a través de la movilización de las mismas.  Esto incluso se puede apreciar en los programas de comedores solidarios, pues se veía que las personas que más asistían a ellos eran trabajadores del sector informal que se encontraban cerca del lugar; pero ellos, aunque con recursos bajos, podían adquirir alimentos de otra manera, mientras que las personas que realmente no podían adquirir alimentos no eran las que asistían a estos comedores pues no poseían el dinero para pagar el costo de la comida para ella y su familia.

Por otro lado, el autor detalla tres principios orientadores de la política social, el universalismo, el impacto y la eficiencia. El universalismo trata de perseguir la satisfacción de las necesidades básicas de todas las personas, ya sea que por ellas mismas puedan cubrir estas necesidades con sus ingresos o que el Estado deba de facilitar esa satisfacción de necesidades para las personas que no pueden cubrirlas.  El impacto es la medida en que un proyecto, en función de sus objetivos transforma la realidad, si el proyecto ha alcanzado sus objetivos, cambios producidos en la población, efectos secundarios, otros. La eficiencia mide la relación que existe entre los productos que se entregan a través de la política social y los costos de los insumos y las actividades que se llevan a cabo para obtenerlos.

Para la administración de la política social es vital considerar los siguientes principios básicos pues van a dirigir la formulación y ejecución de los programas/proyectos de una mejor manera.  Estos son: carácter sistémico que busca rescatar el principio de unidad que debe prevalecer en este campo; centralización en el diseño y conducción, pero descentralización en la ejecución; regulación y marco normativo a cargo del Estado, pues es éste el que debe encargarse de todo lo relacionado con la política social, aunque puede  existir una transferencia o delegación en la ejecución de ciertos programas y proyectos a algunas ONG´s; institucionalización del sistema, pues las políticas sociales no son de los funcionarios ni de los partidos políticos, sino que son una cuestión de Estado.  Sin embargo, en Guatemala esto no existe ya que con cada cambio de gobierno, los programas sociales cambian de acuerdo a la ideología en la administración de turno, sus conveniencias y el interés que tengan en este tipo de programas y proyectos; eficiencia en el uso de los recursos, la cual debe evaluarse no sólo económicamente sino en términos de los logros y objetivos alcanzados; precisa definición de los sectores-objetivos a asistir; transparencia en el sistema, que no se trata e publicar datos con fines de marketing electoral en vistas a las próximas elecciones, como sucede todo el tiempo en Guatemala, sino publicar información para dar transparencia al manejo de los fondos públicos para que la sociedad pueda juzgar si sus recursos están siendo usados efectivamente; participación comunitaria, para que tenga mayor legitimidad al expresar las verdaderas necesidades de la población; y finalmente, control de gestión, para determinar la eficiencia y eficacia de cada programa.

Además, el autor menciona que debe existir una articulación entre la política económica y social, porque sin ella el combate a la pobreza no será posible. Dentro de este aspecto se debe destacar que las únicas políticas de reducción de la pobreza que son sostenibles a largo plazo, son las que promueven la incorporación productiva de la población en condiciones de pobreza a la dinámica del resto de la economía, y esto sólo se puede hacer a través de la redistribución y creación de activos productivos y el aumento en la productividad de dichos activos.  Esto no ha sucedido en Guatemala, por ello el nivel de pobreza ha disminuido muy poco y muy lentamente, porque los programas y proyectos que se han implementado sólo buscan “ayudar” a las personas regalándoles bienes, dinero, entre otros, en lugar de enseñarles cómo ingresar en la economía productiva del país a través de capacitaciones o formaciones técnicas que les permitan obtener ingresos dentro del sistema económico del país.

Finalmente, en cuanto al tema de coordinación de la política social, es necesario lograr una coordinación interagencial, intersectorial, intra-agencial e intrasectorial.  En nuestro país, esta coordinación rara vez se da, por lo que se redunda en acciones, se genera  poco impacto con muchos recursos, y se puede obtener incluso malos resultados.  Para lograr esta coordinación  existen varios potenciales alcances, tales como intentar lograr que la coordinación de intervenciones estatales en los social reduzca los costos administrativos, asociar la coordinación en materia social con el fortalecimiento de sistemas de información, monitoreo y evaluación, articular el conjunto de intervenciones de las distintas áreas del Estado con algún grado de responsabilidad en materia de política social, entender la coordinación en las intervenciones sociales del Estado para equilibrar las relaciones de poder intra-gobierno, coordinar los actores nacionales con los internacionales involucrados en los social.
 

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